El siguiente escrito no muestra mi posición política, por el contrario, pienso que Chávez tiene en la quiebra a un país que debería ser grande y poderoso. Este sólo es un cuento caricaturesco de algún fan enceguecido por la magnificencia del comandante y jefe Hugo Chávez Frías.
En el próximo texto está la versión de la historia según los de este lado del rio: los colombianos.
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Erase una vez un hombre que quería ser muy importante, y descubrió que la manera mas fácil de lograrla era el dejar los escrúpulos de lado y crear un mundo imaginario que no costara nada y que el pueblo le quisiera comprar.
Aquel hombre busco en lo mas recóndito de su sociedad y encontró que la necesidad mas apremiante era la de salir de la pobreza, así que decidió tomar una idea ya inventada de un economista que decía que sí se podía salir de pobre, y que todos serían iguales y sin pensarlo dos veces salió a la calle y le vendió la idea utópica de la manera en que mas le favorecía. De esta manera, este hombre conformó un ejercito que se encargaría de masificar su idea y de convencer, o desaparecer, a todo aquel que se oponía al nuevo ideal. De esta manera se tomó el poder y se encargó por todos sus medios de divulgar su idea de un mundo utópico.
La idea se empezó a propagar en libros y revistas, y poco a poco fueron llegando a medios más masivos como la radio y la televisión. Así de esta manera se enriqueció, y se fue a vivir a un gran palacio, donde se encargó de seguir creando mentiras capaces de mantenerlo en el poder.
Con el tiempo sus enemigos más acérrimos cayeron bajo el poder de su lengua y de su palabra. Los más valientes intentaron enfrentársele, pero tuvieron que huir de la gran nación para evitar ser encarcelados o quizás torturados. Allí, a todo aquel que promovía una doctrina de salvación distinta se le obligó a rectificarse y republicar todos sus escritos en base a la nueva doctrina.
Así de esta manera, desvertebró a todos sus detractores y a todo aquel sucio libertino que intentaba decir vulgaridades en contra del dictador de la nueva utopía.
Con el tiempo sus doctrinas fueron haciéndose iguales y aquel gran hombre fue cumpliendo su palabra. Los hombres ricos tuvieron que darle todo al gran señor de la nación que según sus seguidores sería un mejor dueño, y los pobres poco a poco igualaron sus propiedades a los que tenían mucho, haciendo realidad la utopía de una sociedad igualitaria. Así el rey sin escrúpulos obtuvo todo lo que alguna vez deseó y mucho más, porque al llegar al poder encontró una gran gallina de huevos negros que valían más que el oro, y que le garantizó una chequera casi sin fondo y una serie interminable de discípulos de otros reinos que soñaban en el mundo utópico que había salido de los labios de este libertador.
Pero todo cuento que se respete tiene un malo, y el malo de este cuento viene de una lejana tierra donde el libertinaje no tiene límite, y donde las aberraciones más atroces tales como el homosexualismo y el lesbianismo son aplaudidas. Una tierra donde los adolecentes están siendo intoxicados con música satánica y los niños son formados por medio de infernales maquinas donde aprenden de armas, asesinatos y guerras. Pero nuestro rey no quiere la guerra, pero toca estar preparado lucharla.
¿Pero que quiere ese malvado rey lejano? La gallina de los huevos negros. El mandatario esta seguro. Que más podría ser sino eso. Esta seguro que no quiere su cuento utópico porque él tiene el propio con el que no sólo ha cautivado a sus ciudadanos sino a miles y millones de personas de otros reinos. Quiere la gallina y lo sabe, porque por medio de ella puede convencer al mundo inocente de que todas las barbaries que se cometen en sus tierras son buenas para el mundo, porque les promete riqueza y felicidad, y libertad, y los huevos le dan las herramientas para llegar a esos otros mundos.
Así que nuestro mandatario se prepara para defender lo que es suyo, y lo hace con indefensas fabricas de arcos y flechas y con uno que otro artilugio tecnológico, pero todo siempre en el marco de defender a su país y a sus ciudadanos, especialmente del nuevo aliado del enemigo que resultó siendo su hermano de toda la vida, y lo que es peor, está a su lado: es su vecino. Su vecino que tiene tratos con la reencarnación yonqui del mal.
Y que puede hacer el mandatario sino buscar amigos. Y lo hace en sus mismas tierras, y lo consigue regalándoles un huevo negro y los derechos de su cuento a sus nuevos amigos, quienes inmediatamente lo difunden en sus propias tierras convenciendo a los ciudadanos de que la igualdad puede ser posible, y lo hacen porque saben que el poder es bueno y al igual que el mandatario, buscan perpetuarse en el poder, para hacerle la guerra al negro que dice que él es un paranoico y que él es un totalitarista, algo que ni siquiera sabe que significa. Un negro que puede destruir el mundo si el no está allí para evitarlo.
Pero este cuento no se acaba porque estamos viviendo en la mitad de la historia, y el final feliz esta aun muy lejos de ser feliz porque el malvado presidente libertino está instalando bases en la tierra de su hermano el traídos, y todo este texto puede ser tan sólo la antesala a clímax de la historia que sería una guerra a la que le toca ir obligado.
Juan Carlos Castañeda Mondragón
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