El Columnista

Latinoamérica,Política y Otros Temas

11:06

Cuando no hay de dónde escoger.

Publicado por El Economista |

Hay una enfermedad que en las hermosas y rurales tierras de Colombia se le conoce como el mal de vereda.

Es bastante común, y cualquiera se puede ver afectado por ese terrible mal. Las condiciones para que propicie se dan casi en cualquier lugar, sólo hay que estar necesitado de algo y que de ese algo no haya mucho.

Imagínate de paseo por las hermosas montañas de Colombia, preferiblemente donde la guerrilla o los paramilitares no se pasean, durante un periodo superior a un mes. Allí alejado de la televisión, de la radio, de los juegos del Play Station y del Age of Empires, te vez en la necesidad de malgastar tu tiempo en algo inútil a largo plazo, pero bastante placentero en el instante: quieres levantarte a alguien.

Cuando sales de (casería) levante, vas a los lugares en que usualmente podrías encontrar a una (presa) mujer. Te pones (tus trampas) las mejores galas y esperas a que las cosas se den. Naturalmente, donde las (presas) mujeres abundan, uno se puede dar el lujo de dejar pasar a unas cuantas y conseguir a alguien (algo) mejor. Pero cuando estas de paseo en una vereda donde las (presas) mujeres son muy escazas, te conformaras con lo primero que se te pase por delante. Y créeme si te digo que la veraz perfecta, que no le veraz gordo, y que probablemente pensarás en pasar el resto de tu vida con ella.

Y ¡Oh sorpresa! Cuando luego de llegar a la ciudad y ella te busca y no era lo que habías imaginado. Sólo te queda pasar la decepción, y esperar que ninguno de tus amigos sepa que (te la comiste) saliste con ella.

¿Y a que va todo esto? ¿Qué tiene que ver todo esto con la política?

Bastante. Acabamos de pasar en Latinoamérica por varias de las elecciones presidenciales más controvertidas de la historia, y que marcarán a cada país donde los hechos han ocurrido, y lo impresionante es que todos han sufrido del terrible mal de vereda, y que son muy pocos los que se dieron cuenta de su enfermedad y no salieron a votar.

Comencemos por Uruguay. Los candidatos son los siguientes: José Mujica, anciano sordo de 74 años, de pensamiento socialista muy amigo de Chaves(ya de por sí eso es malo) y de Lula da Silva (Eso sí es bueno). Fue miembro de un grupo guerrillero llamado Tupamaros (nada que ver con la orquesta), participó en varios atentados y secuestros, y en la Toma de un pueblo llamado Pando dejándolo completamente saqueado. Fue encarcelado cuatro veces y se escapó de la cárcel dos, pasando en total 15 años encerrado. Luego de algunos chunchullos constitucionales se le dio la amnistía, con lo cual podría ocupar cualquier cargo político. El apodado “Pepe”.

El otro candidato es Luis Alberto Lacalle. Es abogado (eso sí que es malo), periodista y político y alcohólico. Fue arrestado durante unas semanas por oponerse al régimen dictatorial de de 1973. Es un presidenciable (Un Serpa en nuestros términos, que siempre se lanza pero nunca es elegido) que ha participado en tres elecciones presidenciales. Es de ideología Uribista en muchos sentidos(es cómico ver cómo el corrector ortográfico que trae el procesador de textos no reconoce la palabra Uribista y ofrece como sinónimos Arribista y Arabista. ¿Será casualidad?). A Lacalle se le conoce como “el Cuqui”.

¿Por quién votaría? Por el ancianito guerrillero o por el alcohólico Arribista (Uribista). Si fuera yo, preferiría votar en blanco y hacer que se cambiaran los candidatos. ¿Quién gano? Claramente el viejito terrorista, al que le deseo lo mejor, y aun más, le deseo que Dios lo lleve a los 78 años de edad para que pueda cumplir con su periodo presidencial a cabalidad.

Ahora miremos a Honduras. Para ver las elecciones hay que analizar el contexto. Manuel Zelaya fue el presidente izquierdista que trató de hacer de Honduras la nueva Venezuela de Centroamérica, pasándose por la faja la constitución. La noche del 28 de Junio, el mando militar Hondureño le propinó un golpe para sacar del poder a Zelaya y dejar como nuevo mandatario a Micheletti. Un viejito muy cómico hablando inglés. El golpe se calificó internacionalmente como ilegítimo y fueron pocos los países que reconocieron el nuevo gobierno. En esta nueva legislación, se realizaron las elecciones más como una herramienta para solucionar el problema generado por el golpe a Zelaya que por la elección de alguien que pueda dirigir el país 4 años más.
Los candidatos presidenciales son los siguientes:

Porfirio Lobo Sosa. Es Administrador de Empresas y un hombre muy rico que no ha probado pobreza, pero que ha sido altamente solidario. Ha sido líder político durante varios años y es de ideología neutral. Un Sergio Fajardo para el caso Colombiano. Es conocido como “Pepe” Sosa.
Elvin Santos. Es socialista de ideología. Fue vicepresidente y al ver que podía ser mejor presidente que Manuel Zelaya, se lanzó para la presidencia, jodiendose la pensión que le correspondería al ocupar tan alto puesto.

Como es obvio ninguno de los dos candidatos es ampliamente reconocido porque ninguno pudo hacer campaña política como Dios y la constitució0n manda por los problemas que venían presentando. ¿Por quien votarías? No sabría decir, no hay suficiente información por ninguno, pero algo si es seguro, y es que la gente acudió a las urnas sólo para sacar de la presidencia a Micheletti. Esta es la ideología del mal menor. ¿Quién ganó? Porfirio Lobo Sosa. A él, los mejores deseos, y que ojalá no lo saquen del poder a través de un golpe de estado.

Quedan las elecciones de Bolivia, pero a estas les dedico todo un segmento. Son tan emocionantes que podría quemar tinta por cantidades.

No siendo más, si ven que están en la inminencia de sucumbir en el mal de vereda, es mejor que se abstengan a hacer cualquier movimiento que los pueda enfermar más. Absténganse de ver televisión, de salir a la calle a votar o de colocarse algún botón con algún logo. No sea que algún día despiertes dándote cuenta del error que has cometido porque sucumbiste a la tentación de seleccionar cuando no hay que escoger.


Juan Carlos Castañeda Mondragón

0 comentarios:

Publicar un comentario

Subscribe